Muchas veces nos encontramos con momentos de espera, ya sea en carreteras, aeropuertos o en lugares sin señal. Estos tiempos pueden ser perfectos para leer un buen libro.
La aventura empieza con una inspiración. A veces en la naturaleza, a veces en una historia... y otras veces, en un libro.
Eso fue Nacidos para Correr de Christopher McDougall para mí. Una lectura que no solo entretiene, sino que transforma la manera en la que entendemos nuestro cuerpo, la resistencia y nuestra relación con el movimiento.
Un viaje a lo más profundo del correr (y del alma)
La historia empieza con una pregunta simple pero poderosa: ¿por qué me duele cuando corro? Esa duda llevó al autor a emprender un viaje desde los modernos laboratorios deportivos hasta lo más profundo de las Barrancas del Cobre en México, donde los tarahumaras —un pueblo indígena legendario por su capacidad para correr distancias imposibles con una ligereza casi mágica— parecen haber descifrado el verdadero arte de correr.
Este no es solo un libro sobre deporte. Es una historia sobre comunidad, resistencia, naturaleza y sabiduría ancestral. Y sí, también sobre personas comunes (y no tan comunes) que se atreven a retar sus propios límites.
Correr como forma de vida
Entre sus páginas descubrí algo más profundo que técnicas o zapatos minimalistas: descubrí que correr puede ser una forma de volver a uno mismo. Una meditación en movimiento, una reconexión con la tierra y con el cuerpo. Nacidos para Correr te recuerda que no hay meta más valiosa que el camino.
Desde Caballo Blanco hasta los ultramaratonistas que entrenan con alegría (y a veces con cerveza en mano), cada personaje que aparece en esta historia parece invitarte a algo más grande: a disfrutar el movimiento, no a tenerle miedo.
Lectura para los que aman la montaña
Este libro te va a hablar a gustar porque, aunque no seas corredor, entiendes lo que es avanzar paso a paso, luchar contra tus pensamientos, disfrutar el silencio y encontrar belleza en la incomodidad.
Leerlo es como estar en medio de un sendero largo, con el sol en la cara y los pulmones llenos de vida.
💡TIP TETON: Llévalo en tu próxima salida; no pesa, es adictivo y perfecto para leer en una hamaca, dentro de tu casa de campaña o mientras esperas a que la lluvia pase. No necesitas ser corredor para disfrutarlo, pero tal vez, después de leerlo, te animes a intentarlo.
¿Estás buscando una nueva motivación para ir a la aventura?
Nacidos para Correr puede ser la señal que estabas esperando. Porque a veces, una historia basta para recordar que fuimos hechos para movernos… y para volar, con los pies bien plantados en la tierra.