En medio del ritmo acelerado y de las responsabilidades que marcan nuestra vida diaria, he encontrado en la montaña un refugio. Subir montañas en México no solo es un reto físico: es una experiencia que me conecta con la naturaleza y conmigo misma.
México es un territorio privilegiado. Sus montañas y volcanes, algunos de los más altos e impresionantes de América Latina, ofrecen rutas para todos los niveles. Desde el imponente Pico de Orizaba, con más de 5,600 metros, hasta el majestuoso Iztaccíhuatl y el Nevado de Toluca, cada ascenso nos regala panorámicas únicas y ese aire puro que tanto necesitamos en medio del estrés urbano.
💡Tip TETON: Si planeas subir una montaña de gran altitud, lleva siempre un sleeping bag adecuado a bajas temperaturas. El descanso en altura es clave para recuperar energía y evitar el mal de montaña.
Para mí, subir montañas es una inversión en bienestar integral. La exigencia física fortalece el corazón, mejora la resistencia y tonifica el cuerpo. Y a nivel mental: cada paso en el camino se convierte en una pausa del ruido diario, un espacio para respirar profundo, soltar la ansiedad y reencontrarme con lo esencial.
💡Tip TETON: Nunca olvides hidratarte de manera constante. Llevar una botella térmica o un sistema de hidratación en la mochila hace toda la diferencia, especialmente en ascensos largos.
Y aunque el montañismo tiene un componente muy personal, compartir la experiencia con amigos o con un grupo lo hace mucho más emocionante. He vivido momentos de esfuerzo, risa, amistad y alegría que se vuelven recuerdos inolvidables y que fortalecen las conexiones con quienes me acompañan en la aventura.
💡Tip TETON: Antes de subir, prepara tu mochila con lo esencial: una lámpara frontal, snacks energéticos y una chamarra impermeable. En la montaña el clima cambia de repente y estar preparado asegura que disfrutes cada momento.
Subir montañas es más que deporte: es un recordatorio de nuestra capacidad para superar retos y de la belleza natural de México, y de la importancia de regalarle a nuestro cuerpo y mente espacios de conexión real.
No importa si es tu primera vez o si ya tienes experiencia: la montaña siempre tiene algo nuevo que enseñarnos. Y créeme, puede transformar la forma en que valoras cada día.