Hidratación en la montaña

Hidratación en la montaña

Cuando nos preparamos para una salida a la montaña, ya sea que salgamos a caminar o nos vayamos a una expedición técnica, normalmente nos enfocamos en el equipo, la ruta o el clima y nos olvidamos de un factor esencial que muchas veces se subestima y puede marcar la diferencia entre una aventura increíble y una experiencia peligrosa: la hidratación.

¿Por qué es tan importante hidratarte?

En altitud, nuestro cuerpo se enfrenta a condiciones muy distintas a las del día a día. Respiramos más rápido, el aire es más seco y frío, y todo esto se traduce en una mayor pérdida de líquidos. De hecho, estudios muestran que podemos necesitar hasta 95 ml de agua por cada kilo de peso corporal en un solo día. Por ejemplo, para alguien de 70 kg, eso equivale a más de 6.5 litros diarios. Si lo piensas, es una locura.

Señales de que estás deshidratado en la montaña.

  • Dolor de cabeza sin causa aparente.

  • Boca seca o pegajosa

  • Orina muy amarilla o con poca frecuencia.

  • Fatiga o debilidad sin razón

  • Sensación de confusión o mareo

💡 Teton Tip: Una forma rápida de monitorear tu estado de hidratación es viendo el color de tu orina y cuántas veces vas al baño. También es útil llevar sobres de electrolitos en polvo que no ocupan espacio y marcan una gran diferencia.

Hidratación y rendimiento físico: más conectados de lo que crees

Estudios recientes muestran que deportistas correctamente hidratados son hasta 5.8% más rápidos en subidas exigentes que aquellos con deshidratación leve. Además, una pérdida del 1% del peso corporal ya puede afectar tu capacidad para regular la temperatura, aumentando el riesgo de golpe de calor.

Y si hablamos de altitud, la historia se complica: la hidratación adecuada también ayuda a prevenir el mal agudo de montaña (MAM) y facilita la adaptación fisiológica al entorno.

¿Cómo prepararte antes de salir?

  1. Empieza desde 3-4 días antes: Aumenta tu ingesta de agua y electrolitos progresivamente; no esperes al día del ascenso.

  2. No confíes en encontrar agua en ruta: Aunque el mapa muestre agua de manantial en tubos, ríos o arroyos, pueden estar secos. Siempre lleva más de la que crees necesitar.

  3. Divide tu carga: Usa bolsas tipo bladder en mochilas de hidratación (como las que tenemos en TETON 😉) para facilitar el acceso sin necesidad de parar.

  4. Usa la ropa adecuada: Llevar capas permite regular la temperatura y evitar sudar más de lo necesario.

  5. No olvides los electrolitos: Te ayudan a retener líquidos y reponer minerales clave que pierdes al sudar.

Teton hacks para mantenerte hidratado:

  1. Marca tus botellas: Divide tu agua en porciones que te recuerden tomar un poco cada hora.

  2. Usa mochilas de hidratación: Te permiten beber sin quitarte la mochila ni interrumpir tu ritmo.

  3.  Bebidas calientes también cuentan: Un té caliente en altitud hidrata y te ayuda a recuperar tu temperatura corporal.

  4.  Evita caminar en las horas de más sol: Minimiza la deshidratación caminando temprano o al atardecer.

 Hidratación consciente = aventura segura

Cada aventura en la montaña representa un reto para tu cuerpo. Por eso, hidratarte adecuadamente no es solo una buena práctica, es una necesidad para mantenerte seguro, fuerte y alerta. En Teton México, creemos que el conocimiento y la preparación son tus mejores aliados para disfrutar y respetar la naturaleza al máximo.

Así que ya sabes: antes de pensar en la cima, piensa en el agua. Y nunca subestimes el poder de una buena hidratación.

¡Nos vemos en la montaña!

Y tú, ¿qué opinas?

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